Y Miguelillo soñó que era carnaval.

Miguelillo le dice a su madre que en la casa de los silencios , (la llaman así porque siempre que van todos estas mirando la candela sin dirigirse la palabra , se pasan horas con las miradas metidas mas allá de las llamas, el hubiese dicho que todos eran mudos si no fuera porque cuando llegan, la tía Isabel y su madre se van al cuchitril que hace de habitación y se las oye cuchichear. De no ser  por esto,se diría que las palabras nunca sonaron en las cuatro paredes de esta casa), se han vestido de una manera rara y la Manolita le ha dicho que es carnaval, y que por eso lo hacen.
Él, ingenuo y en la sabiduría infantil ,de no saber, nada mas alla de luchar con ese dolor de estomago perenne ,que algún día, cuando hay suerte puede ser apaciagudo, le pregunta a su madre, ¿ y nosotros porque no nos vestimos de carnaval?. Ana enfrascada en el cesto de ropa que aun le queda por lavar , lo mira y con unos ojos tan dulces como tristes, solo puede suspirar un - eso es para gente que no tiene nada mejor que hacer en la vida-, demasiado carnaval nos toca vivir cada día. Instantaneamente y viendo el negro mas absoluto reflejado en la mirada de su hijo,le dice: - pero no te das cuenta que nosotros vivimos en un carnaval constante -. Los vidriosos ojos del niño se empezaron a iluminar como si le hubiesen descubierto el secreto de la vida. Si Miguelillo nuestra vida es tan irreal que para muchos de aquellos que hoy se ponen una gorra usada y engalanan sus borracheras con chaquetas que se cuelgan y se descuelgan tan rápidamente como cierras los ojos, les seria imposible ponerse nuestro disfraz.

Nosotros nacimos con el disfraz del sudor y de la verdad, tan solo recuerda que jamas esperes un día especial para hacer volar tu imaginación. Mira, ves este cesto de ropa, para mi no es duro venir a destrozarme las uñas, frotando en las heladas aguas de la fuente, yo cierro los ojos y cada vez que froto unos pantalones o los jirones remendados que tu padre  usa como camisa , me imagino que estoy limpiando y acariciando el alma de mis seres queridos y aunque no sea fácil, a mi me ayuda a creerme que siempre seré feliz , pues si soy  capaz de acariciaros el alma, nunca marchare de vuestros corazones….
Y ahora corre a llenar la botija que tenemos que llegar  antes de que se ponga el sol, que  no es bueno andar por el arroyo a oscuras, que las almas de aquellos que no supieron vivir serenamente sus días vagan en lo oscuro de la noche para atormentar a los vivos….