Hoy quiero mirar hacia esos monumentos vivos de mi historia
Da igual el tamaño de las mismas
Desde aquellas que ya en sí son moles indomitas en mi retina,
Como no la gran piedra por excelencia en las infancias compartidas.
Juntitas como dos hermanas siamesas,la fuente de los moros y esa molé enorme juntó a ella
El "resbaladero" quien no rompió pantalones o magullo rodillas al lanzarse de ese enorme tobogán,
Que sólo fue enorme en la memoria colectiva de todo un colegio de las monjas
No no me he olvidado del mito hecho piedra y primer gancho turístico de un pueblo
Ese peñón de las cadenas, ese que supuestamente si se soltaba de sus imaginarias ataduras destrozaba medio pueblo
En la misma senda otra piedras en la cual las imaginaciones de los adultos nos hicieron ver desde las huellas del caballo de Santiago hasta un lugar donde uno debía clavar sus rodillas para cantar alguna canción de colegio de monjas
Y dejando a un lado las grandes piedras quiero bajar la mirada a sus hermanas más pequeñas, aquellas que fuisteis testigo del trasiego de carros y carretas, jamelgos y hermosas caballerías,
aquellas que fuisteis alfombra roja para los humildes vencedores del agotador oficio de vivir
Cuanta sangre y sudor se habrá grabado en el ADN colectivo de canchos , veredas, callejuelas , plazoletas y paseos..
Cuanta felicidad imberbe habéis potenciado sin una sola palabra
No hay comentarios:
Publicar un comentario